Padres de la Animación II: J. Stuart Blackton



A veces "la guerra" entre historiadores por situar el verdadero nacimiento de los dibujos animados resulta un tanto absurda, ya que al final parece que todo fuera una simple sucesión de efemérides. Pero en cierta forma este weblog también se sitúa en esas tesituras porque, no nos engañemos, en el ámbito de la divulgación es entretenido meterse en estas "guerras".

Después de asumir que a Reynaud no todos le conceden el honor de ser el inventor de los dibujos animados, ya que sus técnicas no eran propiamente cinematográficas, nos vamos ahora hasta J. Stuart Blackton.



Tampoco en esta ocasión voy a adentrarme en la biografía de este creador. Para eso hay otras fuentes. Tan solo señalaré esta vez que Blackton será uno de los fundadores de la Vitagraph Corporation of America que llegará a ser uno de los estudios más importantes en la naciente industria norteamericana de principios del siglo XX.


The Enchanted Drawing (1900)

A Blackton se le ocurrió usar la técnica de cuadro a cuadro, la base de lo que acabaremos conociendo como stop motion, para sus dibujos. Quién sabe de quién tomo prestada la idea. Tal vez de Mèlies o quizás de Melbourne-Cooper. De cualquier forma en 1900 acaba concibiendo este film. Film que en realidad es un alarde ya que trama realmente no tiene. Ni siquiera pueda ser tenido como un dibujo animado propiamente dicho. Eso sí consigue que un dibujo beba vino o fume un puro ante los ofrecimientos del dibujante y, de esta forma, el dibujo salte a la realidad y la realidad al dibujo. Merece la pena verlo.




Humorous Phases of Funny Faces (1906)

Puestos a seguir con esto de las efemérides inportantes, se puede decir que con esta película se inicia el género de los dibujos animados. Aunque no son pocos los historiadores que en realidad sitúan esto en las primeras películas de Cohl, dibujante francés al que está dedicada la siguiente entrada. Y es que en este film aún encontramos la "realidad" conviviendo con los dibujos animados, además de que hablar de una trama de verdad en este film sería ir demasiado lejos.

De cualquier forma esta película y otras del mismo tipo que realizaría la productora de Blackton, estaban destinadas a ser una mera curiosidad. Es decir que a pesar de la importancia que le queramos dar a estos dibujos animados, es posible que su creador no fuera consciente de todas las posibilidades que se abrían con estos hallazgos. Ni que decir tiene que esto, en el cine y otras artes y disciplinas, ha ocurrido y ocurrirá siempre.

Pasen y vean. Una vez más, yo creo que merece la pena.




Y aunque al principio de esta entrada dije que no hablaría mucho de la vida de Blackton, no puedo dejar de mencionar que su recorrido dista mucho del sufrido por el pobre Reynaud. De ser dibujante de caricaturas y artista de vodevil, Blackton acabó de creador de películas, además de fundador y dueño de una productora de la que seguro acabaremos hablando en futuras entradas.






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